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Hay veces que quieres hacer un cambio en tu vivienda o en tu negocio, pero te entra el pánico bien porque no sabes qué coste va a tener o bien porque no sabes ni por dónde empezar.
Pues deja que te explique cuál es la diferencia entre una reforma, el restyling y la decoración, para que escojas la opción que mejor se adapta a tus necesidades.
Vamos a ir de más a menos.
Reforma
Si tu vivienda o negocio necesita una redistribución al completo, es decir, tirar muros y recolocar los espacios, lo que necesitas es realizar una reforma. Las reformas tienen varias fases, pero vamos a hacer un gran resumen dividiéndolas en dos grandes fases.
La primera fase engloba la solicitud de licencia de obras, el diseño, las revisiones, la búsqueda de materiales y mobiliario. Esta es la parte más técnica donde las interioristas pasamos más tiempo sentadas delante de la pantalla de nuestro ordenador que en cualquier otro lado.
Dependiendo de la localidad en la que estés, el trámite de la licencia de obra se puede alargar más o menos.
Pero no te preocupes porque durante la espera, el proyecto sigue avanzando, y ya nos metemos a definir los interiores al detalle. Como siempre te explico, hay fases que se van solapando, pero la primera de todas es escuchar tus necesidades, qué esperas conseguir, y cómo mi estudio puede ayudarte.
Después de esto el proceso arranca, nos ponemos a realizar moodboards de diseño para conseguir captar tu estilo, distribuimos el espacio en los planos, escogemos los materiales, seguimos realizando los planos, escogemos el mobiliario, seguimos perfilando los planos (tanto en planta como las secciones) y, si el cliente así lo solicita, realizamos unos 3Ds para que se haga una idea del resultado final. En esta fase habrá visitas a showrooms para mostrar materiales y mobiliario y visitas a la vivienda para ver cómo funciona el material con el espacio.
Entonces ya pasaríamos a la segunda fase, la obra. La obra puede llegar a ser un caos y muchos clientes se agobian, por eso también delegan en el estudio esa parte, así ellos no tienen que estar atendiendo los problemas que surgen y que hay que resolver al momento.
Nos aseguramos que todo salga según lo hemos planeado contigo y te vamos informando de cada paso.
Pasado el tiempo de ejecución de la obra, toca entregar o añadir una tercera fase.
Si, ya sé que he dicho que las reformas se dividían en dos fases, pero es que hay veces que el cliente te pide que te encargues de gestionar las compras del mobiliario y que incluso te encargues de gestionar la colocación de los detalles decorativos.
Y aquí si finaliza el proyecto de reforma.
También existen las reformas parciales, cuando quieres reformar solo una parte de la casa, como puede ser unir el salón con la cocina o arreglar el baño.
Decoración
Puede que este sea el caso que tienes más claro. Como interioristas, además de realizar reformas, también escogemos el mobiliario.
Hay veces que ves imágenes en Pinterest que te encantan y te gustaría tener ese estilo en tu vivienda, pero llegado el caso, más allá de las típicas tiendas de mobiliario o de IKEA, no sabes dónde poder conseguir ese look. O directamente no sabes cómo adaptarlo a tu vivienda.
El proceso de diseño también lleva planos, es importante saber dónde colocar cada pieza y que las dimensiones sean las correctas para poder circular por los espacios de tu casa. Puede que también tengamos que diseñar algo a medida, todo se puede adaptar.
Pero lo primero es lo primero, y esto lo repito como un mantra, necesitamos conocerte, saber tus necesidades y tus gustos para que podamos cumplir tus deseos.
La mayor ventaja con que cuentas al trabajar con un interiorista son los descuentos, como profesionales las firmas nos hacen descuentos y no solo eso, sino que hay veces que las firmas no trabajan directamente con particulares y sólo puedes acceder a ellas a través de los profesionales. Y no hablamos solo de firmas de lujo, sino firmas de precio medio, pero asequible.
Restyling
Es un lavado de cara que no requiere de una gran obra. En esta fase no tiramos tabiques, puede que tengamos que cambiar las carpinterías de las ventanas y las puertas, los suelos, la pintura y comprar parte del mobiliario de la vivienda y aprovechar parte del que ya tienes.
Para nosotras este punto es muy importante porque no es necesario deshacerse siempre de todo. Siempre que podamos, conservamos parte de los muebles y les damos un estilo diferente.
Además, si cuentas con un negocio, el restyling es siempre una buena opción para que no tengas que tenerlo cerrado durante mucho tiempo.
Si no tenemos que hacer obra, las licencias al ayuntamiento nos las podemos saltar. Así que las fases tienen un menor tiempo de duración.
Sobre todo, nos enfocamos en el diseño, como con la reforma, el primer paso es conocer tus gustos y tus necesidades. También nos toca realizar planos para coordinar los cambios, escoger los materiales, el mobiliario nuevo y gestionar las compras, si el cliente así lo requiere.
En vez de que tengas que contratar a una empresa constructora, como con las reformas, nosotras nos encargamos de llamar a los oficios, el albañil, el fontanero o el pintor.
Espero que después de haber leído este post tengas más claro qué es lo que mejor se adapta a lo que necesitas.
