Ampliación del bajo y reforma de este. El objetivo es atraer a nuevos clientes con una nueva visión del proyecto pero con la esencia original.
Además el proyecto cuenta con un elemento importante y solidario ya que se ha reservado una zona en exclusiva donde poder interactuar, si se quiere, con gatos adultos a los que se puede adoptar y así dar una segunda oportunidad.
Se colabora directamente con varias asociaciones de animales de la ciudad y alrededores, y se gestiona todo por medio de la empresa que no se lleva ningún tipo de beneficio por esta gestión.
Se necesitará dividir las zonas en dos, la de los gatos y la cafetería. La zona de los gatos debe tener el mobiliario
para los clientes anclado y usarse materiales de fácil limpieza. Además, los gatos deben poder disfrutar de un espacio de juego pero también una zona de aseo.
La cafetería tendrá una barra con zona de take away y otra con mesas para que los clientes puedan comer en el
local.
La idea es crear un entorno atractivo y con tonos llamativos pero relajantes para que los gatos puedan estar tranquilos entre tanto movimiento de clientes. Por ello se ha creado un recorrido a diferentes alturas para que disfruten del juego.
El pavimento de la zona de los gatos será del versátil linóleo por dos motivos importantes, el primero la facilidad de limpieza, el segundo por ser un material en el que se utilizan plásticos reciclados.
También se ha previsto una zona de recogida de comida cercano a la entrada y alejada de la zona de restaurante para que tenga un tráfico fluido sin que interrumpa el paso de los clientes o del personal.
En el restaurantes se diferencias cuatro zonas: barra, ventanas, sofás y taburetes.
El local contaba con dos pilares centrados, uno a cada lado. Como solución se ha incorporado uno de ellos en la zona de barra, y el otro, en la zona de los taburetes, se ha forrado del mismo material que la mesa alta que se ha situado a su alrededor.